Decir «no» debería ser simple. Dos letras. Una sílaba. Pero para muchas personas, esas dos letras encierran culpa, miedo, ansiedad y una sensación de estar fallando a los demás. Como psicóloga especializada en autoestima y relaciones, he acompañado a cientos de personas que se sienten atrapadas en esta dificultad. Y sí, yo también pasé por ahí.
¿Por qué nos cuesta tanto poner límites?
Las causas pueden variar, pero hay algunos patrones comunes:
- Necesidad de aprobación: creencias arraigadas como «si digo que no, me dejarán de querer».
- Miedo al conflicto: preferimos sacrificar nuestro bienestar antes que molestar a alguien.
- Autoestima frágil: creemos que valemos por lo que hacemos por otros, no por lo que somos.
- Educación y roles de género: muchas mujeres fueron criadas para complacer, no para priorizarse.
En consulta, muchas personas me dicen: «es que no quiero parecer egoísta». Pero poner límites no es egoísmo, es autocuidado.
Consecuencias de no saber decir «no»
Cuando no establecemos límites, nos vamos desconectando de nosotras mismas. Aparece:
- Fatiga emocional
- Resentimiento hacia los demás
- Relaciones desequilibradas
- Ansiedad y problemas de autoestima
Aprender a decir «no» fue también un antes y después en mi camino personal. Aceptar que no puedo ni quiero estar disponible para todo fue liberador. Y también doloroso al principio. Pero imprescindible.
¿Cómo empezar a poner límites sin sentir culpa?
Estos pasos han funcionado tanto en mi experiencia profesional como personal:
- Haz una lista de situaciones en las que sueles decir «sí» cuando quieres decir «no».
- Reflexiona sobre el porqué: ¿qué miedo o creencia hay detrás?
- Empieza por lo pequeño: practica el «no» en contextos seguros.
- Usa frases asertivas: «Gracias por pensar en mí, pero esta vez no puedo».
- Respira y acepta el malestar: no estás haciendo nada malo. Estás cuidándote.
Frases que te ayudarán a poner límites
Aquí algunas que enseño en consulta y también he practicado en mi vida:
- «Necesito pensarlo antes de darte una respuesta»
- «No me siento cómoda con eso»
- «Gracias, pero no me interesa en este momento»
- «No puedo ayudarte con esto ahora mismo»
Reconciliarte con el «no»
El «no» no te aleja de las personas correctas, te acerca a relaciones más honestas y saludables. Decir «no» es también decir «sí» a ti.
En mi blog puedes leer más sobre autoestima, relaciones, y otros temas que pueden interesarte.
Referencias
- Cardalda, A. (2024). Por qué nos cuesta tanto decir no. Cadena SER.
- Linehan, M. (1993). Skills Training Manual for Treating Borderline Personality Disorder. Guilford Press.
- Rosenberg, M. (2003). Comunicación No Violenta. Ediciones La Llave.